'Las hijas de Selofjad tienen razón. Les darás, pues, una propiedad en herencia, como a los hermanos de su padre, y harás pasar a ellas la herencia de su padre.
Éstas se presentaron ante el sacerdote Eleazar, ante Josué, hijo de Nun, y ante los jefes, y les dijeron: 'El Señor ordenó a Moisés que se nos diera una parte lo mismo que a nuestros hermanos'. Y tal como el Señor había ordenado se les dio una parte igual que a los parientes de su padre.
El Señor permite que las hijas de Selofjad se casen con quien quieran, siempre que sea dentro de uno de los clanes pertenecientes a la tribu de su padre.