y el Señor dijo a Moisés:
No hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer, pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
Moisés llevó el caso delante del Señor,
'Las hijas de Selofjad tienen razón. Les darás, pues, una propiedad en herencia, como a los hermanos de su padre, y harás pasar a ellas la herencia de su padre.