Nadab y Abihú murieron cuando ofrecían ante el Señor un fuego profano.
Nadab y Abihú murieron en presencia del Señor, en el desierto del Sinaí, cuando intentaron ofrecerle fuego profano. No tuvieron hijos. Entonces Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio en vida de su padre Aarón.
Aarón se casó con Isabel, hija de Aminadab, hermana de Najsón, de la que tuvo a Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar.