Balaán les respondió: 'Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría traspasar las órdenes del Señor, mi Dios, en cosa alguna, grande o pequeña;
Dios se apareció a Balaán durante la noche y le dijo: '¿No han venido estas gentes a llamarte? Levántate y vete con ellos, pero no hagas más que lo que yo te diga'.