Ha salido de Egipto un pueblo que cubre toda la tierra. Ven, por favor, a maldecirlo para ver si puedo derrotarlo y expulsarlo'.
Balaán respondió a Dios: 'Balac, hijo de Sipor, rey de Moab, los ha enviado a decirme:
Dios dijo a Balaán: 'Tú no irás con ellos ni maldecirás a ese pueblo, que es bendito'.
Que los pueblos te sirvan y las naciones se inclinen ante ti. Sé señor de tus hermanos e inclínense ante ti los hijos de tu madre. Maldito sea el que te maldiga y bendito el que te bendiga'.
Balaán pronunció esta profecía: 'Balac me hace venir de Asiria, el rey de Moab, de los montes del este: Ven, maldíceme a Jacob, ven, amenaza a Israel.
Balac dijo a Balaán: '¿Qué me has hecho? ¡Te había llamado para maldecir a mis enemigos, y los has bendecido!'.
Balac se enfureció contra Balaán y, dando palmadas, le dijo: 'Te había llamado para maldecir a mis enemigos y los has bendecido ya por tres veces.
Pero yo no quise escuchar a Balaán; él os bendijo, y yo os libré de sus manos.
Y le dijo: '¿Te has creído que soy un perro, para venir contra mí con un cayado?'. Luego maldijo a David por sus dioses,