Pero no dejó a Israel cruzar su territorio. Reunió a todo su pueblo, salió al encuentro de Israel en el desierto, alcanzándolo en Yahás, donde le dio batalla.
Los gritos de Jesbón y de Elealé llegan hasta Yahas; se grita desde Soar hasta Joronáyim y Eglat Selisiya, pues también las aguas de Nimrín se convierten en un desierto.
Y, sin embargo, yo exterminé delante de ellos al amorreo, alto como los cedros y fuerte como las encinas; destruí su fruto por arriba y por abajo sus raíces.
al otro lado del Jordán, en el valle que hay frente a Bet Fegor, en la tierra de Sijón, rey de los amorreos, que vivía en Jesbón y había sido derrotado por Moisés y los israelitas a su salida de Egipto,