dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año, para el sacrificio de reconciliación. Ésta fue la ofrenda de Nasón, hijo de Aminadab.
Delante de la tienda de la reunión, al lado este, acampaban Moisés, Aarón y sus hijos, que tenían cuidado del santuario en nombre de los israelitas. Todo extraño que se acercaba era castigado con la muerte.
Y mientras vivía en esta tierra, Rubén fue y se acostó con Bihlá, la concubina de su padre, de lo cual se enteró Israel. Los hijos de Israel fueron doce.