Con el de la mañana ofrecerás cuatro kilos y medio de flor de harina amasada con dos litros de aceite puro de oliva y una libación de dos litros de vino.
presentaréis también ocho kilos de flor de harina amasada en aceite como ofrenda quemada, perfume agradable al Señor; y como libación, dos litros de vino.
El día octavo tomará dos corderos sin defecto, una cordera de un año sin defecto, trece kilos de flor de harina amasada con aceite para la ofrenda y medio litro de aceite.
de ser ministro de Cristo Jesús entre los paganos; mi tarea sagrada consiste en anunciar el evangelio de Dios, para que la ofrenda de los paganos sea agradable a Dios, consagrada por el Espíritu Santo.
Porque desde oriente a occidente mi nombre es grande entre las naciones, y en todo lugar se ofrece a mi nombre un sacrificio de incienso y una ofrenda pura. Porque mi nombre es grande entre las naciones -dice el Señor todopoderoso-,
Añadirá además, cada mañana, como ofrenda, ocho kilos y dos litros y medio de aceite para amasar la flor de harina. Es la ofrenda al Señor, una ley eterna, para siempre.
Y traerán de todos los pueblos, como ofrenda al Señor, a todos vuestros hermanos -a caballo, en carros, en literas, a lomos de mulos o de dromedarios- a mi santo monte, Jerusalén -dice el Señor-, de igual modo que los israelitas traen la ofrenda en vasos puros al templo del Señor.
Lavará con agua las entrañas y las patas, y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar: es un holocausto, una ofrenda quemada, un perfume agradable al Señor.
y por cada novillo, una ofrenda de trece kilos y medio de flor de harina amasada con aceite; por el carnero, nueve kilos de flor de harina amasada con aceite,
Con este dinero comprarás novillos y corderos con las correspondientes ofrendas de pan y de vino para ofrecerlo luego en el altar del templo de vuestro Dios, en Jerusalén.
Su ofrenda era una bandeja de plata de kilo y medio de peso; un jarrón de plata de ochocientos cincuenta gramos según el peso del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Todo esto, además del holocausto diario, con sus correspondientes ofrendas de pan y de vino, según lo prescrito. Es una ofrenda de olor agradable quemada en honor del Señor.