Llegaron hasta el valle de Escol, donde cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, lo colgaron de un palo y se lo llevaron entre dos. Recogieron también granadas e higos.
Subieron hasta el valle de Escol y, después de haber visto la tierra, desanimaron a los israelitas para que no fuesen a la tierra que el Señor les daba.