'Moisés, mi siervo, ha muerto; ahora comienzas a actuar tú. Pasa el Jordán, que tienes a la vista, tú y todo este pueblo, hacia la tierra que voy a dar a los israelitas.
Y el Señor dijo a Satán: '¿Has reparado en mi siervo Job? No hay nadie en la tierra como él, hombre recto, íntegro, temeroso de Dios y apartado del mal'.
El Señor hablaba a Moisés cara a cara, como se habla entre amigos. Luego Moisés volvía al campamento; pero Josué, su ministro, hijo de Nun, joven todavía, no se apartaba de la tienda.