Primogénito del toro, / a él la gloria; / sus cuernos son cuernos de búfalo, / con los que hiere a los pueblos / hasta los últimos confines de la tierra. Tales son las miríadas de Efraín, / las miríadas de Manasés.
Tus dos hijos, Manasés y Efraín, que te nacieron en el país de Egipto antes de que yo viniese aquí contigo, son míos: Efraín y Manasés serán míos como Rubén y Simeón.
Pero su padre se opuso y dijo: 'Lo sé, hijo mío, lo sé. También él llegará a ser un pueblo y será también grande, pero su hermano menor será más grande que él y su posteridad será una muchedumbre de pueblos'.