Pero Jehú no se cuidó de seguir la ley del Señor, Dios de Israel, con todo su corazón, y no se apartó del pecado de Jeroboán, el que hizo pecar a Israel.
Entonces el rey convocó a los gabaonitas y les habló (los gabaonitas no eran israelitas, sino un resto de los amorreos; pero los israelitas estaban ligados a ellos con juramento y, sin embargo, Saúl había intentado exterminarlos en su celo por Israel y Judá).
Entonces le envió un capitán con sus cincuenta soldados. Llegó éste donde Elías, que estaba sentado en la cima del monte, y le dijo: 'Hombre de Dios, el rey ordena que vayas'.