Pero los samaritanos no lo recibieron porque iba camino de Jerusalén.
La samaritana le dijo: '¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?'. (Es que los judíos no se tratan con los samaritanos).
y les dijo: 'El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí, y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado; porque el más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande'.
Nuestros padres adoraron a Dios en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se ha de adorar es Jerusalén'.