Como ellos le llevaban la contraria y lo insultaban, se sacudió la ropa y dijo: 'Que vuestra sangre caiga sobre vuestras cabezas; yo soy inocente; desde ahora me iré con los paganos'.
y les dijo: 'El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí, y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado; porque el más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande'.
Luego sacudí mi manto y dije: 'Así sacuda Dios la casa y la hacienda de aquel que no mantenga esta promesa; así sea sacudido y se quede sin nada'. Toda la asamblea respondió: '¡Así sea!'; y alabó al Señor. Y el pueblo cumplió lo que había prometido.