Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo basados en fábulas hábilmente imaginadas, sino como testigos oculares de su majestad.
Entonces les dijo: '¿Dónde está vuestra fe?'. Llenos de miedo y de admiración, se decían: '¿Quién es éste, que manda incluso a los vientos y al agua y le obedecen?'.
Esto dice el Señor omnipotente: 'Si el resto de este pueblo juzga que esto es imposible, ¿lo tendré yo que juzgar también como imposible?', palabra del Señor omnipotente.
Y mientras el muchacho se acercaba, el demonio lo tiró por tierra y lo retorció violentamente. Jesús increpó al espíritu impuro, curó al muchacho y lo devolvió a su padre.