Entonces les dijo: '¿Dónde está vuestra fe?'. Llenos de miedo y de admiración, se decían: '¿Quién es éste, que manda incluso a los vientos y al agua y le obedecen?'.
¿Quién subió a los cielos y después bajó? ¿Quién ha encerrado el viento en sus puños? ¿Quién ató las aguas en su manto? ¿Quién estableció todos los límites de la tierra? ¿Cómo se llama? ¿Cuál es el nombre de su hijo? ¿Lo sabes tú?
Les dijo: 'Por vuestra poca fe; os aseguro que si tuvierais fe como un grano de mostaza, diríais a este monte: Vete de aquí allá, y se trasladaría; nada os sería imposible'.
Los discípulos se acercaron y lo despertaron, diciendo: '¡Maestro, maestro, que perecemos!'. Él se levantó, increpó al viento y a las olas, que cesaron, y se hizo la calma.