Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús fue a su casa y se puso a la mesa.
Un sábado fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos; éstos lo estaban acechando.
Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer con él. Jesús entró y se puso a la mesa.
Ha venido el hijo del hombre, que come y bebe, y decís: Éste es un comilón y un borracho.
Pero la sabiduría ha sido justificada por todos sus discípulos'.
Había en la ciudad una mujer pecadora, la cual, al enterarse de que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, se presentó allí con un vaso de alabastro lleno de perfume,