Ha venido el hijo del hombre, que come y bebe, y decís: Éste es un comilón y un borracho.
Y los fariseos y los maestros de la ley lo criticaban: 'Éste acoge a los pecadores y come con ellos'.
Allí le ofrecieron una cena. Marta servía, y Lázaro era uno de los comensales.
Al ver esto, todos murmuraban y decían: 'Se ha hospedado en casa de un pecador'.
Un sábado fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos; éstos lo estaban acechando.
Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús fue a su casa y se puso a la mesa.
Obsequió a Jesús con un gran convite en su casa; y había muchos publicanos y otras personas con ellos a la mesa.
Los fariseos, al verlo, decían a los discípulos: '¿Por qué vuestro maestro come con los publicanos y pecadores?'.
Invitaron también a la boda a Jesús y a sus discípulos.
Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer con él. Jesús entró y se puso a la mesa.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tendréis? ¿No hacen eso mismo los publicanos?
Ha venido el hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: Éste es un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores. Pero la sabiduría ha sido justificada con sus obras'.
Porque ha venido Juan, el Bautista, que ni comía ni bebía, y dijisteis: Tiene un demonio.
Pero la sabiduría ha sido justificada por todos sus discípulos'.