Los que están sobre el pedregal son los que oyen la palabra y la aceptan con alegría; pero no tienen raíz, creen por algún tiempo y en el momento de la prueba se vuelven atrás.
Los judíos le dijeron: 'Ahora estamos seguros de que estás endemoniado. Abrahán y los profetas murieron, y tú dices: El que guarde mi palabra nunca morirá.
Se parece a un hombre que al construir su casa cavó, profundizó y puso el cimiento sobre la roca; cuando luego vino la crecida y el río se precipitó contra la casa, no pudo derruirla porque estaba bien cimentada.