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Referencias Cruzadas

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Lucas 6:30

Biblia Martin Nieto

Da a quien te pida, y no reclames a quien te roba lo tuyo.

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29 Referencias Cruzadas  

Vosotros ya conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual siendo rico se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza.

En todo os he mostrado que se debe trabajar así para socorrer a los necesitados, recordando las palabras de Jesús, el Señor: 'Hay más felicidad en dar que en recibir''.

perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,

Al oírlo Jesús, le dijo: 'Aún te queda una cosa por hacer: Vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; después, ven y sígueme'.

Todo el día se lo pasa deseando, pero el justo da sin cesar.

Al maestro de coro. Salmo de David

El que hace caridad al pobre presta al Señor, él le recompensará su obra.

Vended lo que tengáis y dad limosna con ello. Haceos bolsas que no se gasten y riquezas inagotables en el cielo, donde no entra ningún ladrón, ni roe la polilla;

Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis todo limpio.

Dad y se os dará; se os dará una buena medida, apretada, rellena, rebosante; porque con la medida con que midáis seréis medidos vosotros'.

Así hará mi Padre celestial con vosotros si cada uno de vosotros no perdona de corazón a su hermano'.

Después de haberme aplicado a conocer la sabiduría y a examinar las ocupaciones que se desempeñan en la tierra porque los ojos del hombre ni de noche ni de día ven el sueño ,

El hombre misericordioso será bendecido, porque da de su pan al pobre.

Todo lo da, lo reparte entre los pobres, su justicia permanece para siempre.

El que robaba, que ya no robe más y que se ponga a trabajar honradamente con sus propias manos para tener con qué ayudar a los necesitados.

Da parte a siete y aun a ocho, porque no sabes qué desgracias pueden venir sobre la tierra.

Pero yo os digo que no hagáis frente al que os ataca. Al contrario, al que te abofetee en la mejilla derecha, preséntale también la otra;

Al que te abofetea en una mejilla, ofrécele también la otra; a quien te quita el manto, dale también la túnica.

Tratad a los hombres como queréis que ellos os traten a vosotros.




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