Hicieron señas a sus compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.
Y a ti, leal compañero, te ruego que prestes tu ayuda a éstas, que han trabajado mucho en el evangelio conmigo y con Clemente y demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
Ayudaos unos a otros a llevar las cargas, y así cumpliréis la ley de Cristo.
Se fue a Tarso en busca de Saulo; lo encontró y se lo llevó a Antioquía.
Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un hermano.
Si ves el asno del que te odia caído bajo el peso de su carga, no le abandones; ayúdale a levantarlo.
Y dejando a la gente, lo llevaron con ellos en la barca tal como se encontraba; y le acompañaban otras barcas.
Así lo hicieron, y pescaron tan gran cantidad de peces que casi se rompían las redes.
Al ver esto Simón Pedro, cayó a los pies de Jesús, diciendo: 'Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador'.