Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: 'Rema mar adentro y echad vuestras redes para la pesca'.
Él les dijo: 'Echad la red al lado derecho de la barca y encontraréis'. La echaron, y no podían sacarla por la cantidad de peces.
Pero, para no escandalizarlos, vete al mar, echa el anzuelo y al primer pez que suba sácalo, ábrele la boca y encontrarás en ella la moneda precisa. Tómala y dásela a ellos por mí y por ti'.
Simón le respondió: 'Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero ya que tú lo dices, echaremos las redes'.