y lo mismo Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: 'No tengas miedo; desde ahora serás pescador de hombres'.
'El reino de Dios es semejante a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces;
Y les dijo: 'Venid conmigo y os haré pescadores de hombres'.
Jesús les dijo: 'Venid conmigo y os haré pescadores de hombres'.
Hicieron señas a sus compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.
En cuanto a Tito, es compañero y colaborador mío entre vosotros; los otros hermanos son delegados de las iglesias y gloria de Cristo.
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas extrañas, según el Espíritu Santo les movía a expresarse.
Simón, a quien llamó Pedro; su hermano Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé,
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con ellos y se puso de rodillas para pedirle algo.
Jesús les dijo: 'Tranquilizaos. Soy yo, no tengáis miedo'.
Fue más adelante y vio a otros dos hermanos: Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su hermano, en la barca con su padre Zebedeo, remendando las redes;
Y es que tanto él como sus compañeros habían quedado pasmados ante la pesca realizada;
Estaban juntos Simón Pedro, Tomás 'el Mellizo', Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos.
y retornar al buen sentido, libres del lazo del diablo, que los tenía esclavizados.