Al amanecer se fue a un lugar solitario, y la gente andaba buscándolo. Lo encontraron y trataron de que no se alejara de ellos.
Por aquellos días fue Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios.
Jesús les dijo: 'Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y completar su obra.
Cuando la gente vio que no estaban allí ni Jesús ni sus discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.
Cuando llegaron los samaritanos, le rogaron que se quedara con ellos. Él se quedó allí dos días,
pero ellos le insistieron, diciendo: 'Quédate con nosotros, porque es tarde y ya ha declinado el día'. Y entró para quedarse con ellos.
Mas él, en cuanto se retiró, comenzó a divulgar a voces lo ocurrido, de manera que ya no podía Jesús entrar públicamente en ciudad alguna, sino que andaba fuera de poblado, en lugares solitarios, y acudían a él de todas partes.