y él comenzó a decirles: 'Hoy se cumple ante vosotros esta Escritura'.
Pero Dios cumplió así lo que anunció de antemano por boca de todos los profetas: que su mesías tenía que padecer.
Así se cumple en ellos la profecía de Isaías: Oiréis pero no entenderéis, miraréis pero no veréis.
Estudiáis cuidadosamente las Escrituras, pensando encontrar en ellas la vida eterna; ellas testifican de mí.
Enrolló el libro, se lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó; todos tenían sus ojos clavados en él;
Todos daban su aprobación y, admirados de las palabras tan hermosas que salían de su boca, decían: '¿No es éste el hijo de José?'.