de Enós, de Set, de Adán, de Dios.
El Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, le insufló en sus narices un hálito de vida y así el hombre llegó a ser un ser viviente.
El primer hombre, sacado de la tierra, es terrestre; el segundo, por el contrario, del cielo.
la Escritura dice: Adán, el primer hombre, fue creado un ser viviente;
No te irrites sin medida, Señor, no recuerdes siempre nuestras culpas. Pues, mira, tu pueblo somos todos nosotros.
Adán tuvo de nuevo relaciones con su mujer, y ésta dio a luz un hijo, a quien puso por nombre Set, 'porque Dios, dijo, me ha dado otro descendiente en lugar de Abel, al que mató Caín'.
Set engendró también un hijo, al que puso el nombre de Enós. Entonces comenzó a invocarse el nombre del Señor.
de Matusalén, de Henoc, de Jaret, de Maleleel, de Cainán,
Jesús, lleno de Espíritu Santo, regresó del Jordán. El Espíritu Santo lo llevó al desierto,