Y como ellos no creían aún de pura alegría y asombro, les dijo: '¿Tenéis algo de comer?'.
Jesús les dijo: 'Muchachos, ¿tenéis algo que comer?'. Le contestaron: 'No'.
Así también vosotros estáis ahora tristes; pero yo os veré otra vez, y vuestro corazón se alegrará y nadie os quitará ya vuestra alegría.
Aunque respondiera a mi apelación, no estoy seguro de que escuchara mi voz,
Ellos, al oír que vivía y que ella lo había visto, no lo creyeron.
Éstos volvieron a dar la noticia a los demás, pero tampoco les creyeron.
Después se apareció a los once estando a la mesa, y les reprendió su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado de entre los muertos.
Aquellas palabras les parecieron un delirio, y no las creían.
Dicho esto, les mostró las manos y los pies.
Le dieron un trozo de pez asado.
la cual, al conocer la voz de Pedro, de alegría no abrió, sino que fue corriendo a decir que estaba Pedro a la puerta.
Tenían también unos peces; los bendijo y mandó que los repartieran.