Iban hablando de todos estos sucesos;
El hombre bueno saca el bien de la bondad que atesora en su corazón, y el malo saca el mal de la maldad que tiene, porque de la abundancia del corazón habla la boca'.
Incúlcaselas a tus hijos y repíteselas cuando estés en casa, lo mismo que cuando estés de viaje, acostado o levantado.
Pues yo, el Señor, no cambio; y vosotros no dejáis de ser hijos de Jacob.
Aquel mismo día, dos de ellos se dirigían a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos trece kilómetros.
mientras ellos hablaban y discutían, Jesús mismo se les acercó y se puso a caminar con ellos.