Todos os odiarán por causa mía.
Si fueseis del mundo, el mundo os amaría como cosa suya. Pero como no sois del mundo, pues yo os elegí y os saqué del mundo, por eso el mundo os odia.
Dichosos seréis si os odian los hombres, si os expulsan, os insultan y proscriben vuestro nombre como infame por causa del hijo del hombre.
Por esto me alegro de mis flaquezas, de los insultos, de las dificultades, de las persecuciones, de todo lo que sufro por Cristo; pues cuando me siento débil, es cuando soy más fuerte.
Todas estas cosas harán con vosotros por mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado'.
que eres constante y que has sufrido por mi nombre sin desfallecer.
Pues vosotros tenéis el privilegio no sólo de creer en Cristo, sino también de padecer por él,
Porque, viviendo, estamos siempre expuestos a la muerte por causa de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste también en nuestra carne mortal.
Yo les he confiado tu doctrina; el mundo los odia porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Todos os odiarán por causa mía; pero el que persevere hasta el fin se salvará'.
Entonces os entregarán a la tortura y a la muerte. Por mi causa os odiarán todos los pueblos.
todos os aborrecerán por causa mía, pero el que persevere hasta el fin se salvará.
Dichosos vosotros, si sois ultrajados en nombre de Cristo, pues el Espíritu de la gloria, que es el Espíritu de Dios alienta en vosotros.
Yo le mostraré cuánto debe padecer por mí'.
El mundo no os puede odiar; pero a mí me odia, porque testifico de él que sus obras son malas.
Dichosos seréis cuando os injurien, os persigan y digan contra vosotros toda suerte de calumnias por causa mía.
Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo, el Señor; nosotros somos vuestros siervos por amor de Jesús.
Hasta vuestros padres, hermanos, parientes y amigos os entregarán, e incluso harán que maten a algunos de vosotros.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá.