Se puso luego a decir al pueblo esta parábola: 'Un hombre plantó una viña, la arrendó a unos viñadores y se fue de viaje por mucho tiempo.
Yo te había plantado de cepa generosa, toda de semillas legítimas. ¿Cómo te has convertido en planta degenerada de una viña bastarda?
Dijo: 'Un hombre de la nobleza marchó a un país lejano para recibir la dignidad real y volver.
'Porque es como un hombre que, al irse de viaje, llamó a sus criados y les confió su hacienda.
Te constituirás jueces y escribas en todas las ciudades que el Señor, tu Dios, te da, tribu por tribu, para que juzguen al pueblo con toda justicia.
Jesús entonces les dijo: 'Tampoco yo os digo con qué autoridad hago todo esto'.
A su debido tiempo mandó un criado a los viñadores para que le dieran su parte de la vendimia. Pero los viñadores lo golpearon y lo despidieron con las manos vacías.