Jesús, conociendo su malicia, les dijo: 'Mostradme una moneda.
Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como dice la Escritura: Atrapa a los sabios en su astucia.
Y no hay criatura alguna que esté oculta ante ella, sino que todo está desnudo y descubierto a los ojos de aquel a quien debemos dar cuenta.
No provoquemos al Señor como algunos de ellos lo hicieron, y perecieron mordidos por las serpientes.
Se quedaron en acecho y enviaron espías que aparentaban ser justos, para cazarlo en alguna palabra y así entregarlo al poder y a la autoridad del gobernador.
Él, que conocía sus pensamientos, dijo al hombre de la mano seca: 'Levántate y ponte en medio'. Él se levantó y se puso.
Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: '¿Por qué pensáis así?
Jesús, conociendo su malicia, dijo:
Los fariseos y los saduceos se le acercaron para tentarlo, y le pidieron que les mostrase una señal del cielo.
cuando vuestros padres me desafiaron y me pusieron a prueba aunque habían visto mis obras'.
¿Nos es lícito pagar el impuesto al césar o no?'.
¿De quién es la efigie y la inscripción?'. Respondieron: 'Del césar'.
'Embustero, malvado hijo del diablo, enemigo de toda justicia, ¿cuándo vas a cesar de hacer tortuosos los rectos caminos del Señor?
para que no seamos niños vacilantes y no nos dejemos arrastrar por ningún viento de doctrina al capricho de gente astuta que induce al error;