lo recibió en sus brazos y bendijo a Dios diciendo:
Inmediatamente se le soltó la lengua y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
Los pastores volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído. Todo tal y como se les había dicho.
'Bendito sea el Señor, / Dios de Israel, / porque ha intervenido para liberar a su pueblo; /
María dijo: 'Mi alma glorifica al Señor /
Los tenía en brazos y los bendecía imponiéndoles las manos.
Tomó en sus brazos a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo:
Alegraos en el Señor, justos, regocijaos, gritad de alegría todos los corazones rectos.
La noticia agradó a los israelitas y bendijeron a Dios; no hablaron más de ir contra ellos para hacerles la guerra y devastar la tierra en que vivían los de Rubén y los de Gad.
Movido por el Espíritu fue al templo, y, al entrar los padres con el niño Jesús para cumplir lo establecido por la ley acerca de él,
'Ahora, Señor, puedes dejar morir en paz a tu siervo, porque tu promesa se ha cumplido: