Oí que todas las criaturas del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar decían: Al que se sienta en el trono y al cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos.
Gritad de gozo, cielos, porque el Señor lo ha hecho; alegraos, honduras de la tierra; lanzad gritos de júbilo, montañas, y tú, bosque, con todos tus árboles, porque el Señor ha redimido a Jacob y ha manifestado su gloria en Israel.
Ellos pastorearán a Asiria con la espada y el país de Nemrod con el acero. Ellos nos librarán del asirio cuando invada nuestra tierra y ponga el pie en nuestro suelo.
Cuando los ángeles los dejaron y se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: 'Vamos a Belén y veamos ese acontecimiento que el Señor nos ha anunciado'.