Algunos fariseos de entre la gente le dijeron: 'Maestro, reprende a tus discípulos'.
'¡A y de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que cerráis el reino de Dios a los hombres! ¡No entráis vosotros ni dejáis entrar a los que quieren!
¿O pensáis que en vano dice la Escritura: El Espíritu de Dios, que habita en nosotros, ama hasta con celos?
Los fariseos se dijeron: 'Veis que no adelantamos nada. Mirad cómo todo el mundo se va tras de él'.
Por eso los sumos sacerdotes determinaron matar también a Lázaro,
Señor, alzada está tu mano; pero ellos no la miran. ¡Vean tu celo por tu pueblo, y se avergüencen, y el fuego preparado para tus enemigos los devore!
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos y se informó cuidadosamente de ellos sobre el tiempo en que había aparecido la estrella;