El segundo llegó y dijo: Señor, tu dinero ha producido cinco veces más.
Cuando se da de corazón y según lo que se tiene, Dios lo acepta; a nadie se le piden imposibles.
Los que reciben la semilla en tierra buena son aquellos que oyen la palabra, la aceptan y dan fruto, el treinta, el sesenta o el ciento por uno'.
Lo sembrado en tierra buena es el que oye la palabra y la entiende y da fruto, ciento, sesenta y treinta por uno'.
Llamó a diez criados, les dio diez monedas de gran valor y les dijo: Negociad mientras vengo.
Y le contestó: Muy bien, criado bueno; puesto que has sido fiel en lo poco, recibe el gobierno de diez ciudades.
Y dijo igualmente a éste: Manda tú también en cinco ciudades.
Se presentó también el de los dos millones, y dijo: Señor, me diste dos millones; mira, he ganado otros dos.