Acordaos de la mujer de Lot.
La mujer de Lot miró hacia atrás y se convirtió en una estatua de sal.
Cuando ya estaban fuera, uno de los ángeles le dijo: 'Ponte a salvo; no mires hacia atrás ni te detengas en toda la vega; huye a la montaña para que no perezcas'.
El que intente salvar su vida la perderá, y el que la pierda la encontrará.