Jesús le dijo: 'Si quieres ser perfecto, anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; después, ven y sígueme'.
'Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y amará al otro, o bien despreciará a uno y se apegará al otro'. 'No podéis servir a Dios y al dinero.
Vended lo que tengáis y dad limosna con ello. Haceos bolsas que no se gasten y riquezas inagotables en el cielo, donde no entra ningún ladrón, ni roe la polilla;
Y él, mirándolo fijamente y atemorizado, dijo: '¿Qué pasa, Señor?'. Y le dijo: 'Tus oraciones y tus limosnas han subido a la presencia de Dios, que se ha acordado de ti.