Él contestó: Cien barriles de aceite. Él le dijo: Toma tu recibo, siéntate y escribe cincuenta.
ni les engañen; por el contrario, que sean modelo de fidelidad perfecta, para hacer honor en todo a la doctrina de Dios, nuestro Salvador.
Y si no habéis sido fieles en lo ajeno, ¿quién os dará lo que es vuestro?'
Y yo os digo: Haceos amigos con el dinero injustamente adquirido, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
Al caer la tarde dijo el dueño de la viña a su administrador: Llama a los obreros y págales el jornal, empezando por los últimos hasta los primeros.
Llamó a todos los deudores de su amo, y preguntó al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?
Luego dijo a otro: ¿Y tú cuánto debes? Él respondió: Cien fanegas de trigo. Él le dijo: Toma tu recibo y escribe ochenta.
Había allí seis tinajas de piedra de unos cien litros cada una para los ritos de purificación de los judíos.