quería quitarse el hambre con lo que caía de la mesa del rico; hasta los perros se acercaban y le lamían sus úlceras.
Ella dijo: 'Cierto, Señor; pero también los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos'.
en trabajos y fatigas, en noches sin dormir, en hambre y sed, en días sin comer, en frío y desnudez;
Hasta ahora padecemos hambre, sed y falta de ropa. Somos abofeteados, andamos errantes
Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos: 'Recoged los trozos sobrantes para que no se pierda nada'.
Ella dijo: 'Cierto, Señor; pero también los perros comen debajo de la mesa las migajas de los hijos'.
Un pobre, llamado Lázaro, cubierto de úlceras, estaba sentado a la puerta del rico;
Murió el pobre, y los ángeles le llevaron al seno de Abrahán. Murió también el rico, y lo enterraron.