Todo el que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio, y el que se casa con una mujer divorciada comete adulterio'.
Por tanto, os digo que el que se separe de su mujer, excepto en el caso de concubinato, y se case con otra, comete adulterio'.
La mujer no es dueña de su cuerpo, sino el marido; igualmente el marido no es dueño de su cuerpo, sino la mujer.
'Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba a diario espléndidamente.