Jesús preguntó a los doctores de la ley y a los fariseos: '¿Está permitido curar en sábado o no?'.
Había en ella un hombre que tenía seca una mano, y preguntaron a Jesús para acusarle: '¿Está permitido curar en sábado?'.
Jesús les dijo: '¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?'.
Luego les dijo: '¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?'. Ellos callaban.
Por tanto, si el hombre recibe la circuncisión en sábado y no por eso se quebranta la ley de Moisés, ¿por qué os irritáis contra mí por haber curado a un hombre en sábado?
y uno de ellos, doctor en la ley, le preguntó para tentarlo:
Los fariseos, al verlo, le dijeron: 'Mira, tus discípulos hacen lo que no está permitido hacer en sábado'.
Delante de él había un hombre hidrópico.
Y ellos se quedaron callados. Jesús le agarró de la mano, lo curó y lo despidió.