A la hora del banquete mandó a sus criados a decir a los invitados: Venid, que ya está preparado el banquete.
Todo viene de Dios, que nos reconcilió con él por medio de Cristo, y nos confió el ministerio de la reconciliación.
Hermanos, hijos de la estirpe de Abrahán, y los que sois fieles a Dios: a vosotros ha sido enviada esta palabra de salvación.
El último día, el más solemne de la fiesta, Jesús en pie y en voz alta dijo: 'El que tenga sed, que venga a mí;
Él le contestó: 'Un hombre daba un gran banquete e invitó a muchos.
Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado un campo y necesito ir a verlo; te ruego que me excuses.