Os digo que no. Todos pereceréis igualmente si no os arrepentís'.
Yo juzgaré, pues, a cada cual según su conducta, casa de Israel, dice el Señor Dios. Convertíos y abandonad todas vuestras injusticias, y la injusticia no será más vuestra ruina.
Os digo que no; y, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.
¿Creéis que aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató eran los únicos culpables entre todos los vecinos de Jerusalén?
Les contó esta parábola: 'Un hombre tenía una higuera plantada en su viña; fue a buscar higos en ella, y no los encontró.