La puerta de la Fuente la restauró Salún, hijo de Col José, jefe del distrito de Mispá; la construyó, la techó y colocó sus hojas, cerraduras y barras; reparó también el muro de la alberca del rey, hasta la gradería que baja de la ciudad de David.
se levantó un gran viento del lado del desierto, que sacudió las cuatro esquinas de la casa, y ésta se derrumbó sobre los jóvenes, que quedaron muertos. Sólo yo pude escapar para traerte la noticia'.
Los supervivientes huyeron a la ciudad de Afec; pero la muralla se desplomó sobre los siete mil hombres que quedaban. También Ben Hadad huyó a la ciudad, escondiéndose de estancia en estancia.
Cuando los indígenas vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: 'Este hombre es ciertamente un asesino; se ha librado del mar, pero la justicia divina no le permite vivir'.