Vienen a ti en masa, mi pueblo se sienta delante de ti, escucha tus palabras; pero luego no las ponen en práctica, porque tienen en su boca la mentira y su corazón va tras la ganancia injusta.
Cuando extendéis las manos, aparto mis ojos de vosotros; aunque multipliquéis vuestras plegarias, no las escucho. Vuestras manos están llenas de sangre.
Al volver, dijeron a Josué: 'No es necesario que suba todo el pueblo; que suban unos dos o tres mil hombres para tomar Ay. No hace falta que vaya todo el pueblo, pues ellos son pocos'.