En aquel momento llegaron algunos anunciándole que Pilato había matado a unos galileos, mezclando su sangre con la de las víctimas que ofrecían en sacrificio.
Mira, Señor, y considera: ¿a quién has tratado alguna vez así? ¡Ay! ¡Las madres han comido a sus vástagos, a los hijos de sus caricias! ¡Fueron asesinados en el santuario del Señor sacerdote y profeta!
Después de éste surgió Judas, el galileo, en los días del empadronamiento, que arrastró al pueblo tras de sí; también él cayó, y todos sus seguidores se dispersaron.