Sed como los criados que esperan a su amo de retorno de las bodas para abrirle tan pronto como llegue y llame.
Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre, entraré en su casa, cenaré con él y él conmigo.
Tú sales a recibir a los que practican la justicia y tienen en la mente tus caminos. Te has irritado, sí, porque pecamos; contra ti, desde antiguo, hemos sido rebeldes.
Tu salvación espero, ¡oh, Señor!
'Estad preparados y tened encendidas vuestras lámparas.
¡Dichosos los criados a quienes el amo encuentra en vela a su llegada! Os aseguro que los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos él mismo.
Gocémonos y alegrémonos, y démosle gloria; porque han llegado las bodas del cordero, su esposa está ya preparada,