Si no podéis ni las cosas más pequeñas, ¿a qué preocuparse de las demás?
Descargad sobre él todas vuestras preocupaciones, pues él cuida de vosotros.
Como una cuarta son de largos mis días; ante ti mi vida es como nada, menos que un soplo son todos los humanos;
Contempla la obra de Dios: ¿quién podrá enderezar lo que él torció?
No os angustiéis buscando qué comer o qué beber.
Por esto os digo: No os angustiéis por vuestra vida, qué vais a comer; ni por vuestro cuerpo, qué vais a vestir. Porque la vida es más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido.
¿Quién de vosotros, por mucho que cavile, puede añadir una sola hora al tiempo de su vida?
Mirad cómo crecen los lirios del campo; no se fatigan, ni hilan; pero yo os digo que ni Salomón en todo su esplendor se vistió como uno de ellos.