Entre tanto se agolparon miles y miles de personas, hasta pisarse unos a otros. Y comenzó a decir primeramente a sus discípulos: 'Guardaos del fermento de los fariseos, que es la hipocresía.
La sabiduría de arriba, por el contrario, es ante todo pura, pacífica, condescendiente, conciliadora, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial, sin hipocresía.
El rey había confiado la guardia de la puerta a aquel oficial sobre cuyo brazo solía apoyarse; pero el pueblo lo pisoteó en la puerta y murió, como había predicho el hombre de Dios cuando el rey bajó adonde él estaba.
Ellos, al oír todo esto, alabaron a Dios, y dijeron a Pablo: 'Ves, hermano, cuántos millares de judíos han creído, y todos siguen siendo fieles observantes de la ley.
Bajó con ellos y se detuvo en una explanada en la que había un gran número de discípulos y mucha gente del pueblo de toda Judea, de Jerusalén y del litoral de Tiro y Sidón,
Se estremecen en Sión los pecadores, el terror invade a los criminales. ¿Quién de nosotros podrá resistir ante el fuego abrasador; quién resistirá estas llamas eternas?
Vosotros, en cambio, os habéis acercado a la montaña de Sión, a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, a millares de ángeles, a la asamblea festiva,