danos cada día nuestro pan cotidiano;
Danos hoy nuestro pan de cada día,
Así que no os inquietéis por el día de mañana, que el mañana traerá su inquietud. A cada día le bastan sus problemas'.
Aleja de mí falsedad y mentira, no me des pobreza ni riqueza. Concédeme el pan necesario,
ése morará en lugar excelso, ciudadela escarpada será su refugio, tendrá pan y no le faltará agua.
Los judíos de Berea eran más abiertos que los de Tesalónica, y recibieron la palabra con buena disposición, estudiando diariamente las Escrituras para ver si todo era así.